sábado, 27 de diciembre de 2008

llevas gafas oscuras y nadie las ve

Para poder nadar son necesarias dos cosas, querer nadar y saber nadar. Para curarse son necesarias dos cosas querer curarse y saber curarse.

El mejor yodo o desinfectante de nuestras heridas internas es la comprensión de lo que ocurre. Es un paso fuandamental para "saber curarse". Ya sabemos bastante sobre qué nos pasa, lo hemos ubicado fuera de nosotros, no en nosotros y hemos decidido atacarlo, combatirlo.

Ahora vamos a saber para comprender, para curar, algo más de cómo vivimos cuando estamos deprimidos y de cómo nos ven los demás. Contándolo nos ayudara a las dos partes, a ubicarnos donde se encuentra la otra y entender por qué cada una se comporta como lo hace.

Los que estamos (en mi caso estuvimos) deprimidos no vemos como los demás. Pero no es que no tengamos esa capacidad, pues en otro tiempo vimos como todos, en colores. Lo verde, verde, lo negro, negro. Lo que ocurre es que AHORA no vemos bien. Es como si llevásemos gafas oscuras puestas que hacen que lo veamos todo menos nítido, de colores más pardos o incluso sólo en grises. Cuando nos encontramos a alguien cercano, nos alegra, pero no lo que debería, porque nuestros sentimientos tienen puesto un filtro, una especie de barrera que no permite que les lleguen las cosas en su intensidad real, es algo que pesa, un lastre, llamado tristeza o desánimo, o simplemente desconexión.

A lo mejor no estamos aparentemente tristes, pero tampoco estamos alegres o alo mejor estamos muy tristes... La belleza del atardecer nos llega, pero no lo suficiente, una fiesta puede incluso hacernos daño, porque sabemos que no somos capaces de sentirnos en consonancia. Alguien nos puso esas gafas en el corazón, nosotros no fuimos, no sabemos cómo han llegado hasta ahí, pero las llevamos puestas.

Los demás no las ven, simplemente no comprenden qué nos pasa. Si llevásemos escayola comprenderían que no usemos bien el brazo, si llevásemos muletas, las piernas... Pero como nuestras gafas son internas, y no nos permiten ver más que en grises, nadie comprende que no utilicemos bien el ánimo, no en concordancia con las situaciones. Es que lo tenemos enfermo o roto, o desorganizado, o descolocado.

También ocurre que, a veces, las gafas sí nos las hemos puesto nosotros solos, ha sido porque no nos hemos sentido capaces ante la vida y nos hemos tachado de "persona errónea", eso nos ha puesto tristes e, inconscientemente, nos hemos puesto solos esas gafas para vivir, viendo un poco menos lo que creemos real, de ahora en adelante: a nosotros, a la vida que no nos gusta como creemos que es.

El deprimido está desconectado de la realidad, no la ve como es, si se acuesta, si llora, si no habla, si se cae, es porque o bien no quiere vivir lo que cree es lo único posible en su vida, o porque no quiere vivir la versión que ve de sí mismo, y ha decidido, siempre inconscientemente, alejarse de la realidad, poner un gran foso entre él y ella. Ahora no sabe volver, o no quiere, ni siquiera sabe que si él tuvo fuerza para cabar un foso, más sencillo es crear un puente. LLeva gafas oscuras, ya no ve, necesita muchísima comprensión, muchísima ayuda y mucha fé en sí mismo, que venga primero de los demás.

Sólo está enfermo, se encuentra mal, se ha desconectado, no ve bien. El no es así, no quiere estar así, pero no conoce el camino de vuelta, qué más quisiera él!! Trátale como tal y no como a alguien que no sabe luchar. Esta es una de las situaciones más duras de la vida, en la que no te encuentras a ti mismo. Soportarla no es nada sencillo, es sólo para valientes.

viernes, 26 de diciembre de 2008

FELIZ NAVIDAD A TODOS

Hola gente valiente,

Deseo que vuestras fiestas traigan o no brindis, familias, regalos y etc, sean sinceras con vosotros mismos, cargadas de ganas de mejorar, de retos personales, de comprensión del mundo y el ser humano, y de perdón, tolerancia y humildad, que suben mucho la tranquilidad de espíritu.

Un abrazo enorme para cada uno de vosotros. Que el próximo año os queráis un montón y con ello vayáis por la vida regalando sonrisas y cariño.

martes, 9 de diciembre de 2008

Empieza la segunda etapa

Hasta ahora hemos cambiado nuestro concepto de lo que nos pasa. Ya no somos nosotros el error, simplemente sufrimos algo que es duro. Eso hace que podamos trabajar en ello, ahora que hemos decidido que no vamos a estar más así. Tardaremos mucho en conseguirlo, pero teniendo el objetivo presente, lo conseguiremos.

A por el troll de la depresión. Imagínate que estás acatarradísimo, en vez de deprimidísimo. Desde hoy, miraremos así a la depresión. Tomaremos cosas templadas para la garganta, no gritaremos para no irritarla, fumaremos menos, tomaremos calmantes para el dolor, etc.
Todos tendríamos clarísimo qué hacer y, además, no nos preocuparíamos demasiado. Eso es porque somos conscientes de que nos curaremos y también porque sabemos muy bien qué es bueno y malo para ello.

Del mismo modo, vamos a empezar a aprender qué es bueno para ir curando nuestra enfermedad.

Hoy aprenderemos a CUIDARNOS. Ese es el punto 1. Yo cuido de mí. No ya tomando los medicamentos, etc, sino aprendiendo qué cosas me gustan y me sientan bien como persona.
Yo te iré explicando qué le sienta bien a tu enfermedad, poco a poco. Pero hoy se trata de ti.
Esto mejorará tu estado. Date importancia, siempre en la medida de tu estado actual.
Que te gusta comer algo bueno, cómelo, si te gusta bañarte tranquila, hazlo, si es comprarte algo, pasear, descansar, da igual. Dentro de lo saludable, ve fijándote, poco a poco, en qué cosas te agradan, recuérdalas, en realidad las conoces, aunque puede que las hayas dejado un poco de lado.

El tema a trabajar hoy eres tú. Cuida de ti como si fueses la persona más importante de tu vida...

domingo, 9 de noviembre de 2008

estoy harta de estar así


Nos vendría bien hacer una parada en este punto, una primera reflexión sobre cómo mirar lo que nos ocurre como primer paso para vencerlo. Hagamos un repaso de lo que ya sabemos para subir el primer escalón:

- De la depresión se sale.

- Soy alguien enfermo, no alguien débil.
Si el propio deprimido (y su entorno) consiguen comprender que sólo está enfermo de algo DE LO QUE NO ES CULPABLE, se sentirán mucho mejor. Nadie está así porque quiere. Creer que el error somos nosotros es el mayor lastre de la depresión. Nada va mal en nosotros, sólo estamos enfermos.

-Es una enfermedad, no una excusa.
Que sea una enfermedad no implica que podamos escudarnos en esa frase para "no hacer nada al respecto". Al menos declarémosle la guerra.

- Algo más que medicinas.
Puedo hacer algo más que soportarla. Se trata de controlar en buena parte lo que nos martiriza y no ello a nosotros, a través del conocimiento y dominio de nosotros mismos (y de la enfermedad).
- No es tan importante el motivo concreto, que no nos asuste ni nos obsesione; lo importante es decidir "querer estar bien".

Todas estas son, más o menos, las frases en negrita de los post anteriores, las ideas básicas que a mí me hicieron dar el primer paso. Por eso las recalco, porque creo que es a partir de ellas desde donde se puede empezar a luchar. Se han repetido y explicado mucho hasta ahora. Eso es porque cuesta comprenderlas a la primera y, sobre todo, asumirlas, hacerlas propias, CREÉRSELAS.

Tanto si tú eres el que llora, como si es un ser que quieres, es muy importante comprender todo esto. Es lo que nos ubica en el punto que hace posible empezar a luchar, creer que se puede vencer, no sentirse ni el culpable, ni el error, ni víctima de algo invencible. Creer que se puede es fundamental.

Esto no significa que uno esté deprimido porque quiere, porque se deja caer y ya está. Es muy importante distinguir entre: "llévalo lo mejor posible, te apoyo, vamos a intentar que mejore tu situación, lucha" y "si estás así es porque quieres, sal ya de ahí". No son la misma idea. Nadie quiere estar así. Estamos hartos de estar así. De hecho se tarda mucho en dejar de estar así...pero se puede.

Recuerdo cual fue el primer momento en que pensé eso. Estaba tumbada en un sofá, desesperada y sin salida. Ya no sabía qué hacer. Entonces pensé: HASTA AQUÍ. Esta guerra la gano yo, sea como sea. Mi vida es mía. Tardé dos años en encontrame completamente bien, pero nunca volví a sentirme así.

Tú también puedes. Decídelo, aunque ahora no sepas cómo salir de ahí.

martes, 21 de octubre de 2008

¿por qué me ocurre esto?

En los manuales de psiquiatría vas a encontrar la definición de depresión, sus síntomas, sus tipos, etc. Echarle un vistazo no viene mal, y muchas veces tampoco viene bien...nos buscamos entre las palabras que leemos e intentamos etiquetarnos, puede que nos ayude o puede que nos agobie.
Puede que tengas claros los motivos de lo que te ocurre, que la causa sea algo que ha sucedido (una pérdida o cualquier otra circunstancia difícil de tu vida). Si es así, perfecto. Compréndete, date tu tiempo y lucha para salir de ahí. También podría ser que lo que te pase es que tienes inadecuada cantidad de alguna sustancia en tu cuerpo. Eso ya te lo habrá mirado tu médico, si es así: compréndete, date tu tiempo y lucha igualmente para salir de ahí.

Otra posibilidad es que no sepas exactamente por qué te sientes así. A ratos uno está tan perdido que no encuentra claridad suficiente para darse cuenta de qué podría provocar lo que le ocurre. Es posible que haya un poco de todo: algún motivo externo, buena parte de cansancio vital, de desesperanza por no saber qué hacer ya con este ánimo que se cae. Poco a poco se irán aclarando estos motivos, según nos sintamos mejor veremos más nítido. El médico nos confirmará algunos o nos ayudará a llevarlos, el psicoterapeuta nos desatará otros, y el trabajo personal nos dará fuerza para ir pudiendo con todos; esto es muy importante, en ello estamos.

Nos ayudará no olvidar que no es nuestra voluntad estar así. La causa, sea interna o externa, no es "que yo soy así", sino que "estoy enfermo" o "me pasa tal cosa que me pone triste" osimplemente "estoy triste, aunque no sepa por qué". Pero esta no es mi forma de ser, sino cómo me encuentro ahora. Yo soy perfectamente normal. Hay un motivo pero no lo origino yo, sino que lo sufro yo. Esta forma de pensar es la correcta respecto a nosotros, además de ser más justa y quitarnos culpa. No ser culpables nos permite avanzar, y querer luchar contra lo que nos ocurre. Creer que "somos así" no nos permite avanzar, ya que es imposible cambiar algo estable. Creer que el error somos nosotros es el mayor lastre de la depresión, como ya hemos visto.

La insulina (del diabético) no soy yo en mí mismo, sino algo que me ocurre, el litio no soy yo, el marido no soy yo, la pobreza no soy yo, son circunstancias. Yo soy una persona normal que ha decidido luchar contra lo que me ocurre, y sus consecuencias. Lo fundamental ahora, independientemente de qué nos tiene así, es que NO QUEREMOS ESTAR ASÍ. Queremos salir de esta situación, ir tomando la decisión de que va a cambiar el modo en que la vemos, el miedo que la tenemos y nuestra postura ante ella. Que no nos asuste el motivo, eso es algo a eliminar, que no nos obsesione tampoco, lo importante es mi decisión de "querer estar bien".
Esta actitud es fundamental, es la que nos hará salir adelante.

martes, 14 de octubre de 2008

es una enfermedad, no una excusa


Es importante el momento en que te das cuenta de que no eres una persona incapaz de llevar su vida hacia delante, sino una persona que está PADECIENDO algo. Eso, lo que consigue es quitarnos el lastre de la culpa de encima. Es algo que debes conseguir cuanto antes.
Hay un viejo proverbio por ahí que dice:

"si algo no te gusta y no puedes cambiarlo, míralo de otro modo"

Pues eso es lo que vamos a hacer. No nos gusta estar deprimidos y DE MOMENTO, no sabemos cómo cambiarlo. Pero sí podemos verlo de este otro modo. Se acabó el "lo estoy haciendo mal, no sé llevar mi vida, no puedo con nada". Cada vez que te aparezca ese pensamiento te llenas de indulgencia y comprensión hacia ti mismo y te dices: no, eso no es cierto, lo que ocurre es que padezco una enfermedad. Así verás la depresión de otro modo, uno mucho menos dañino.

Ahora bien, que sea una enfermedad no implica que podamos escudarnos en esa frase para "no hacer nada al respecto". Todo lo contrario. Ahora que el tema está acorralado, ahora que sabemos que no lo estamos haciendo mal con nuestra vida, sino...que nos "ha tocado" esta enfermedad, como podía haber sido cualquier otra, lo que tenemos es que ponernos en marcha para combatirla.

Paso a paso. Es fundamental que, en primer lugar, te convenzas de que lo que te ocurre no es culpa tuya; sólo lo padeces.

viernes, 10 de octubre de 2008

algo más que medicinas

Llegan momentos en que uno se pierde dentro de sí mismo. La cabeza piensa de forma circular, reiterando las mismas ideas. Algunas de ellas se basan precisamente en "qué me pasa", "no me gusta ser así". Apenas puedes salir de la cama, cuando miras el televisor en realidad apenas ves lo que emiten, es un pretexto para despistar a tu atención.
Puedes estar en la fase de pasarte el día llorando, en la de no entender nada o en la de darte tristeza de vez en cuando sin motivo aparente.
Lo que aquí nos importa es cómo salir de ahí.
Como recomiendan en muchas páginas y manuales que están acertados, el apoyo de medicación suele ser efectivo. Pero también es necesario un poco de "aprender a vivir", "autoconstrucción", llámalo cómo quieras, se trata de controlar en buena parte lo que nos martiriza y no ello a nosotros, a través del conocimiento y dominio de nosotros mismos.

El primer paso, y absolutamente fundamental, se llama: quiero curarme, quiero mejorar. Ya sé que parece obvio que lo queremos, pero a veces nos hemos rendido un poco ante la insistencia de la depresión. Me explico.

Si retomamos el ejemplo del diabético, no sería lo mismo tener el azucar alto y no tomar medicación que, sí tomarla. Igualmente, esa persona no se encontraría igual de bien si, además de la medicación, se pone a hacer ejercicio diario para bajar azucar y lleva una buena dieta. Con todo ello se sentirá mucho mejor.

Con la depresión pasa igual. No se trata únicamete de soportarla. Además se puede uno medicar, y puede que no para siempre, incluso puede uno hacerse fuerte ante ella, utilizar herramientas internas y externas para ganarle la batalla.
Ya que somos más fuertes de lo que creemos, demostrémoselo a la tenia que debora nuestro ánimo...

lunes, 6 de octubre de 2008

Soy alguien enfermo, no alguien débil

El mayor lastre de la depresión es la carga social que lleva consigo. Cuando lo que se sufre es una enfermedad de cualquier otra índole, como puede ser hipotiroidismo, diabetes, hernia, incluso cáncer (todas ellas terriblemente paralizadoras de la vida rutinaria en su estado más grave), la sociedad comenta: -qué mala suerte y qué bien lo lleva, porque es duro.
Cuando lo que tienen delante es alguien que sufre depresión, el comentario más común es: - qué persona más débil. ¿Pero por qué te lo tomas así? Si es que siempre estás igual. ¿Por qué no reaccionas de otra manera? Sé algo más fuerte.

Esa forma de ver la situación la tienen incluso nuestras personas más cercanas. Lo que intentan con esos comentarios es ayudarnos, darnos su solución. Que esos comentarios estén muy lejos de la realidad que sentimos posible, es porque no entienden que lo que padecemos es una enfermedad "del ánimo".

Ese sería el primer paso para todos, para nuestros familiares, para la sociedad que castiga al triste y, sin lugar a dudas, para nosotros mismos. Si el propio deprimido consigue comprender que sólo está enfermo de algo DE LO QUE NO ES CULPABLE, se sentirá mucho mejor, al menos, aliviado.

Imagínate a la gente, familiares incluidos, diciendo a un diabético: - ¿pero por qué tienes el azúcar tan alto, qué débil eres, no tengas esa forma tan especial de asimilar los alimentos, hombre? ¿Verdad que resulta ridículo? Pues igualmente lo es lo que nos dicen a nosotros.

De la depresión, se sale

Como decíamos en el texto de presentación de este blog, está hecho por personas que conocen bien la depresión, porque la han vivido de cerca. Eso es lo que nos da la posibilidad de hablar de ella con tranquilidad. Nos están comprendiendo. Las aportaciones de todos harán mucho más útil esta pretensión de ayudar al que lo necesite y, sobre todo, de coger las riendas de esta enfermedad, a través de conocerla y entenderla, hasta vencerla.

Te invitamos a que comentes lo que quieras, a que preguntes, a que pidas ayuda, a que respondas a quien tenga dudas. Esta es tu casa. Habrá quien venga con soluciones y esperanza. Habrá quien venga sin creer en nada, esperemos que, entre todos, consigamos que crea, como poco, en sí mismo.