martes, 28 de septiembre de 2010

Para los que comienzan, y para todos, en realidad

búscate un buen terapeuta, es fundamental. Y también lo es que te busques un psiquiatra de confianza porque algo de medicación te puede venir bien. A partir de ahí, esto es una cuestión de voluntad. Se llora mucho, hay mucha desesperanza y falta de salida, pero un día te das cuenta de que estás metida en arenas movedizas y que a mayor desesperanza, mayor hundimiento. Y a mayor miedo a la situación, más grande se hace.
Entonces, tienes que ser tú la que, sigilosamente, le de la cara a la depresión. La que se de cuenta de que es ella o tú. La que decida por ti. La depresión es como esas malas amigas que te van vendiendo por detrás y a ti te ponen una sonrisa. Parece que no puedes hacer nada sin ella, que ella y tú sois lo mismo, cuando, en realidad, no puedes hacer nada si sigues con ella. Ella y tú sois cosas diferentes, pero ella te convence de que sois una sola cosa. No, tú eres tú y no eres esa enfermedad que te ha tocado como le podía tocar a otro o cualquier otro tema a padecer.
Ante cualquier otra cosa, que no te hiciera sentir culpable por tenerla, como un cáncer, una diabetes, un hijo enfermo, ante todo lucharías. Pues sepárate de la depresión, aprende que es pegajosa, pesada, que ella se alimenta de ti y no tú de ella. Hazte fuerte frente a ella. Descubre algo que no querrías jamás perder en la vida y lucha por ti centrándote en esa idea.
En eso que quieres tener siempre: tus hijos, esa risa, tu belleza, lo que sea. Algo que desde dentro sabes que no querrías perder y que, si sigues así, lo perderás.Levántate y anda, dale la cara a la depresión y comienza a creer en ti, día a día. En realidad estás luchando, si no, no habrías entrado en este blog.
Un abrazo, sigue adelante. Se hace justo así.

martes, 14 de septiembre de 2010

el sexto escalón

Hacemos un repaso, como cada vez que subimos un escalón. Es importante no olvidar los principios para tener claro lo que hemos avanzado, cuántas veces hemos hincado la rodilla y cuántas hemos sido capaces de levantarnos. Tener presente todo lo aprendido es fundamental para nosotros, para valorarnos bien y no por debajo de lo que, en realidad, hemos luchado.

Comenzamos este camino poniéndole nombre a lo que nos ocurre, u ocurría. Se llama depresión, es una enfermedad, temporal o no. Eso hace que nos tratemos con cuidado, como haríamos con cualquier persona que padece algo no buscado y necesita mejorar de ello y volver a estar bien.
Nos daremos lo que nos favorece, cuidados, descanso, alimento, ejercicio, cosas bonitas, lecturas agradables. Nos haremos, nos hemos hecho ya, un planning de los objetivos a superar, sin importarnos en un primer momento los motivos de lo que nos ocurre, eso queda para cuando estemos fuertes.

Nos hemos ido conociendo, conectanto a nosotros mismos, fortaleciendo nuestra musculatura interior, en muchas ocasiones a base de voluntad, de querer no de de deber. Conocemos las fases por las que se pasa para superar esta situación y nos ubicamos, aprendemos a caer, a levantarnos, a no tenernos lástima, a superar un mal rato, a parar nuestra mente, a entenderla.

Finalmente, después de mucho trabajo y de valorar todo lo que hemos hecho, nos ponemos a cargo de la situación, teniendo claro que la esencia no se puede perder, que siempre seremos algo grande, que mucho de lo que vivimos son fantasmas de humo, contra los que hay que combatir o ignorarlos. Aprendemos mucho sobre nuestro tema, sobre nosotros mismos, y diseñamos nuestro día, nuestra vida.

Desde ahí, comenzamos el último escalón. Sabemos lo que nos pasa, puede que ya sepamos por qué nos pasa, o al menos hayamos aprendido a vivir con ello, sin dar por perdida una vida.
Ahora miramos las cosas desde arriba, desde el que viene de vuelta. Nos faltan unos toques más y podremos decir que hemos vencido, que nos sentimos muy bien, a pesar del enorme obstáculo que nos habían puesto en el camino.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Estamos de vuelta

Hola,

estamos de vuelta. Ya quedan pocos post para terminar el blog con toda la información que he podido sacar de mí para que os ayude a los que pasáis por situaciones similares.

De nuevo, como el año pasado, he releído lo escrito y me surgen algunas ideas finales que pronto iré poniendo en forma de post.

Se han perdido algunos comentarios de agosto, que no puedo responder. Disculpas.
Un abrazo a todos. Seguimos adelante, es la única dirección posible.