lunes, 26 de octubre de 2009

mi amiga la melancolía


Recuerdo que empecé a decir esa frase al hablar de cómo estaba con alguien cercano. Estoy bien, con mi amiga la melancolía. Aquello no era algo malo, todo lo contrario. Era un modo de tomarme muy en paz mi estado de ánimo. De hecho, fui capaz de disfrutarlo y encontrarle sus ventajas. Por ejemplo, estaba más sensible, lo cual puede ser malo si se convierte en susceptibilidad, pero muy bueno si vas a un museo o ves una peli de cine. Que vas a llorar, pues sí. Pero por qué te lo vas a tomar a mal?
Aprendí a disfrutar aquello. A ver si consigo explicarlo para no parecer una masoquista y sobre todo para que os pueda servir. Ya estamos en fases más avanzadas, ya no siempre estaba mal. Pero si paseaba con alguien y no me encontraba del todo animada no lo consideraba algo malo, simplemente era así.
Por ejemplo, si estás cansado le dirías al de tu lado: pues hoy estoy cansado. Y conocerías perfectamente sus síntomas, lo que supone y no te preocuparías en absoluto. Seguirías haciendo cosas aunque sabiendo que estás algo cansado.
Pues es algo así. Yo estaba melancólica...que suena y es mejor que triste. Y no me importaba, lo dejaba ser. Ya que donde miras, crece. No pensaba hacerlo crecer preocupándome por ello.
Todo lo contrario, lo que hacía era seguir viviendo con una sonrisa, ya que aquella sensación se convirtió en amiga mía: mi amiga la melancolía.
No era mi enemiga, no me hacía ni mal ni bien, me hacía más tierna, más sensible y lo aprovechaba para mirar al cielo, sentir lo bello que puede ser todo, etc. Lo utilizaba para cosas bonitas. Así, lo que tomaba importancia no era la melancolía, sino aquellas cosas bellas que hacía mientras la tenía. Así, tener melancolía no era malo, acababa siendo agradable...entiéndeme. Sabía que era algo natural, de lo que no me tenía que preocupar y que me permitía hacer cosas agradables que yo provocaba, que me gustaban, cosas tranquilas, cosas bonitas. Por eso no era nada malo estar melancólico...triste?

Este es un paso más, hacerte amigo de la melancolía. Seguro que tienes algún amigo un poco pesado, un poco hablador, un poco pesimista. Y le das de lado? Igual le aguantas sabiendo como es. Pues esto era igual, a veces venía a verme mi amiga la melancolía y yo la acogía con una sonrisa. Admitiendo tranquilamente que .... ella es así.

jueves, 15 de octubre de 2009

Aprender a caer

Aprender a caer es necesario para que el miedo a caerse deje de existir. Como al montar en bici, como al aprender a esquiar, como al aprender a andar, es necesario saber que si te caes, no pasa nada. Sólo así te atreverás a volverlo a intentar.

Esa es la próxima lección a aprender, una a tener continuamente en cuenta. Y si mañana lloro? Y si mañana estoy triste? y si mañana no me apetece? Y si el año que viene o por algo que ocurra, me encuentro mal otra vez?
Pues te levantas, y sigues andando. A todos nos pasa, ya sabemos que la gente que no sufre esta enfermedad tiene días malos, puede que muchos, y nadie les dice nada. Pero si nosotros ya vamos mejor y tenemos un día malo, una racha mala, nos ponemos la lupa encima para castigarnos por ello.
Pues eso sólo nos hace mal. Lo que nos sirve ante los días malos, ante una recaida, ante un no me ha salido bien es pensar en que sólo hemos tropezado, como le ocurre a todo el mundo, en todas las facetas.

Aprende a caerte, siéntete tranquilo con el trasero en el suelo, como con la bici, como con el esquí, etc. Sólo así sabrás que no pasa nada, que uno se levanta, dándose su tiempo si es necesario, pasando un día permitiéndonos la pereza, el descanso y volviendo a todas las cosas que sabemos nos vienen bien...y sigue andando.

Que no te dé miedo caerte, es uno de los mayores pánicos de esto...sólo levántate y sigue.

miércoles, 7 de octubre de 2009

ES NUESTRO ANIVERSARIO

pues sí,
este blog comenzó a escribirse el 6 de octubre de 2008. Hace un año y un día.
Hemos tenido unas 13.000 visitas. Lo cual significa que, en realidad, unas dos mil personas habrán sido ayudadas con él, de un modo u otro.

Seguimos adelante, queda mucho que aprender, queda mucho que vencer.

Te pido un favor, anota en un papel en qué fase de la depresión estás hoy, guárdalo y lo miramos dentro de un año, de acuerdo?

Enhorabuena a todos. Gracias por hacer posible este blog y por darle sentido.

Un abrazo,
Estela.