lunes, 4 de mayo de 2009

el descanso y los momentos placenteros

Más medicina para mejorar, cosas que nos sientan bien y debemos tener muy en cuenta. Dar los pasos adecuados, también para nuestro físico y nuestro ánimo, es muy importante, como haríamos con cualquier otra enfermedad.

Todos sabemos que la persona deprimida se encuentra altamente cansada, practicamente siempre. Eso es porque tiene un desánimo grande. Es decir, uno no lucha cuando cree que no tiene sentido, se deja caer, o cuando no sabe hacia dónde. Uno no arregla, no combate, no cambia cuando su convencimiento está en que no hay solución, aunque en este caso no sepamos ni para qué no hay solución porque a veces la desorientación es alta.

Aquí luchamos por todo lo contrario. Por no darle nuestro cuerpo y nuestro ánimo en regalo a algo que se alimenta de ello.
Aquí luchamos, aprendemos, practicamos, nos ponemos fuertes, y puede que el virus esté aún ahí, como el que tiene un malfuncionamiento en otras cosas, pero no se lo vamos a poner fácil, vamos a andar hacia la libertad y la alegría en toda la medida que nos sea posible, cada vez más.

La depresión también cansa porque en realidad estamos en un combatiente estado interior continuo, rumias mentales, dudas, intentos, análisis de motivos y situaciones sin descanso, etc. Por eso cansa, porque en realidad trabajamos mucho, por eso hay que parar el pensamiento, por eso hay que concentrarse en cosas ajenas a ello, y practicar cada vez más; fortalecernos.

También debemos saber que el cansancio deprime. Así que debemos cuidar de nuestro sueño y de nuestra tranquilidad. Es positivo dormir entre siete y nueve horas al día. Y al igual que comprendemos que dormir menos nos tendrá sin energía: nos deprime, también debemos saber que dormir más de ese tiempo diario no es positivo para nuestro organismo, que se aletarga y cae en un estado de desorientación extraño.

Comiendo bien, haciendo ejercicio, descansando lo necesario, ni más ni menos, y parando el pensamiento, estaremos mucho mejor. Sobre todo, seremos conscientes de que hacemos cosas positivas por nosotros mismos.

Si, además, nos buscamos, voluntariamente, momentos tranquilos y positivos cada día, por prescripción facultativa...aún será mayor nuestro bienestar interior. Obligados momentos de lectura en un entorno agradable, si es posible en un jardín, parque o terraza, con un sol de horas no calurosas o con un olor agradable, o con una música tranquila que nos guste, mejor aún. Tampoco hace falta llenarnos de estímulos, el punto correcto está, exactamente, en lo que mejor nos haga sentir. También puede ser un rato de paseo o de coser si es que nos gusta, o de fabricar una maqueta, temas que requieren nuestra absoluta atención, que nos relajan y nos motivan; nos proporcionan satisfacción.

Con todo esto estamos llenando nuestra vida de cosas que nos convienen, que nos ayudan, que nos hacen sentir bien y, sobre todo, que sólo dependen de nosotros.
Maravilloso, ¿no? Hemos encontrado formas en las que sentirnos bien sólo depende de nosotros.

2 comentarios:

Daf ::10 dijo...

Es cierto todo lo que decís.
Hace tiempo que aquejo una gran depresión, recién comienzo a ir a una muy buena terapeuta, y he probado con distintos psicofármacos que el médico me ha ido recetando, probando... Sertralina, Fluoxrtina (prozac) hasta que me comenzó a hacer bien la Fluvoxamina (dumirox) pero por algo que desconozco y que parece ser una inconsciente actitud hacia el autoboicot, lo interrumpí, viajé de "vacaciones" con pocos comprimidos y ... la embarré, puesto que para recuperarme me sigue costando.
Lo más extraó es ser consciente de los bloqueos que uno se coloca y el no parar de colocarlos.
pero sin lugar a dudas qeu uno debe buscar claridad entre tanta oscuridad (literal y metafóricamente)y recobrar los momentos placenteros.
En mi caso pareciese que cuanto menos cumplo con mis obligaciones, más me autocastigo y no me permito casi momentos gratos, y se vuelve una bola de nieve, se retroalimenta y crece de su materia.
incluso uno llega a creer que no merece ayuda, no se deja ayudar por quienes se importan por uno.
Bueno, tener una mentalidad positiva es todo para quienes aquejamos esta enfermedad.
También si de algo sirve las palabras que dejamos aquí, puedo decir que en mi caso cuando mejor anduve conmbatiendo contra la depresión, fue cuando me ponía objetivos diarios y semanales por los que cumplir y hacerlos. Cuando uno le pone la fé en lago y cree que con sus acciones está dándole algo bueno y necesario a la porción del mundo que esté a nuestro alcance, por más pequeña que sea.
Mientras escribo estas palabras trato de recordar esos momentos y volver a una actitud similar, que hoy perdí... Pero uno debe decir hasta acá va, más no, y volver de a poco, a meterle fuerza.
Espero mejorarme y poder aportar desde eso, desde los pequeños mapas mentales-objetivos que uno se traza y que si los cumple se va gradualmente sintiendo mejor.
lo mñas difícil es que uno no habla con nadie de su problema, enfermedad, uno trata de ocultarlo y se encierra en sí mismo.
pero siempre habrá algún ojo observador que se dará cuenta y nos dirá algo útil y bueno para nosotros, hay que estar perceptivo, captarlo y aplicarlo si viene bien, de personas bien intencionadas. Una compañera, en un emprendimiento grupal universitario en el que estuvimos, me notó desecho y me aconsejó realizar rutinas: levantarme a la misma hora, cepillarme los dientes religiosamente, y luego toamr un vaso de agua tibia; hidratarse y ahí arrancar el día.
Esta persona estuvo en la India y me contó, que allí se busca eso, prevenir antes que curar, apuntar a rutinas y alimentos sanos(aunque hoy se suben al carro y cobran carísimo lo sano), a la prevención en la salud.

Bueno, espero que algo haya servido de estas palabras, usenlas por donde quieran y seguiré aportando.

Gracias.

ESTELA ÁLVAREZ estelaalvarez35@yahoo.es dijo...

HOla Daf 10,
de todo lo que nos cuentas, lo que más me parece importante es el hecho de no poder hablar de esto con nadie. Ya hemos comentado varias veces que esta es un poco la peste del siglo XXI. Se nos mira fatal. Se entiende todo menos sufrir una enfermedad del ánimo en un mundo de supuestos triunfadores.
La vida es como es, a la gente le pasan cosas, cuesta superarlas casi siempre. Melancólicos, sensibles, pensativos, tristes...y qué?
Lo más duro de sufrir algo es no hacerlo a solas, eso lo engrandece, no le da salida.
Aquí nos tienes para ello.
Un abrazo enorme y muchas gracias por todas tus palabras.