lunes, 24 de enero de 2011

Nadie vale más que nadie

Ni tú eres más grande que nadie, ni nadie es más grande que tú. Ni el que parece estar todo el día riendo es mejor por ello ni el que parece estar todo el día llorando es peor por ello.
La mayoría de las ocasiones, cómo nos encontramos es consecuencia de las situaciones que hemos vivido, de lo que hemos aprendido con ellas: a defendernos, a no hacerlo, a valorarnos, a no hacerlo, a superarnos, a no hacerlo, a cuidarnos y protegernos o a no hacerlo, entre otras cosas.

Si a otra persona la pusieran en nuestras circunstancias, posiblemente se encontraría como nosotros. Y, en cualquier caso, como no sabemos por qué han pasado los demás, no los juzguemos. Suena lógico y justo, ¿verdad? Pues igual de lógico y justo es que no nos juzguemos a nosotros, que no nos comparemos con otros, que no pensemos si valemos más o menos porque, tenlo claro: todos valemos lo mismo; mucho.

Cada uno lleva su batalla, unos prefieren la ambición, otros el corazón, otros la tranquilidad, para dirigir su vida, pero todos andan con preocupaciones, con satisfacciones, con pequeñas luchas y logros. Tú también tienes la tuya, ya sabes que la vida es cíclica pero ascendente, que aunque hayas pasado momentos difíciles, básicamente te sirven para saber que mides mucho más de lo que creías.

No dejes que nadie, y menos tú, te compare o te infravalore. Todos tenemos un gran valor, el mismo valor.